A la hora de realizar una mudanza a un nuevo hogar, nos gusta tomar en cuenta a todos los “miembros” de la familia, pues hasta las mascotas son transportados a nuestro lado para acompañarnos en el nuevo lugar, Sin embargo, hay otros seres que también se merecen cambiar a nuestro ambiente para que estén con nosotros y estas son las plantas, seres que nos brindan su belleza, frescura y el vital oxígeno tan necesarios para luchar contra el cambio climático producido por las actividades del hombre.
Como para todos los participantes en la mudanza, esta también puede causar estrés en las plantas, tal vez no en las reacciones que tienen los otros seres vivos y personas, pero sí en la tensión que les produce el cambio de ambiente y que puede hacer que no sobrevivan al viaje o no se adapten al cambio, por lo que habríamos obrado mal contra ellas, aunque sin mala intención. Por tal motivo, debemos tener un mejor cuidado para con estas plantas que necesitan en mayor grado de nuestra ayuda para sobrevivir a este proceso.
Entre los consejos que podemos darle para mudar las plantas, protegerlas y transportarlas, está el primero que consiste en planificar con antelación cuáles son las plantas que más que todo por su tamaño, vamos a dejar y cuáles vamos a llevarnos. En cuanto a las que dejaremos, que seguramente serán las grandes, árboles incluidos, podemos cortar esquejes para luego plantarlos en el patio de la nueva residencia u darle una nueva vida a nuestro lado.
Las plantas pequeñas, sembradas en macetas, tienen un tratamiento más sencillo que consiste en prepararlas con una semana de antelación a través de los cortes de las hojas secas, podarlas un poco para reducir su tamaño, junto con el riego un día antes de la mudanza para que se mantengan frescas durante el viaje.
Igualmente, las macetas deberán introducirse en cajas de cartón rellenas de goma espuma o poliuretano expandido, o en su defecto con papel periódico para evitar que se rompan, mientras que los tallos podemos fijarlos con cinta adhesiva para que no se muevan mucho y no corra el riesgo de partirse.
En cuanto a la elección del transporte, podemos recomendar llevarlas en un camión cerrado, bien sea de una empresa de mudanzas o de un amigo, lo que implica unas condiciones más controladas. pues cargarlas en camionetas o camiones medianos al aire libre, puede el fuerte viento dañar sus hojas y hasta quebrar sus tallos.
Otro factor a tomar en cuenta es que las plantas deben ser lo último que se cargue en el transporte y, si es posible, en un automóvil aparte de los muebles y objetos que puedan dañarlas, por lo que deben llevarse junto con las herramientas de jardinería, en caso de presentarse una emergencia.
Asimismo, deben apilarse muy juntas y evitar espacios entre las cajas para que entre ellas eviten moverse con los cambios de marcha o los cruces en las curvas, así como con los baches que se encuentren en el camino.
Por último, al llegar a su nuevo hogar, hay que sacarlas de las cajas para que “respiren” y tratar de colocarlas en su lugar definitivo de una vez, en la misma orientación que tenían en la casa anterior, para después volver a limpiar sus hojas con un trapo húmedo para librarlas del polvo, para finalizar regándolas nuevamente.