Mudarse, cambiar de residencia, bien sea por cuestiones familiares o laborales, siempre es traumático para todos los integrantes de la familia por el estrés que causa el proceso de embalar nuestras cosas preciadas desde las pequeñas como los adornos o los bombillos, hasta las más grandes como el mobiliario, sin romper nada; después, supervisar la carga en los camiones, junto con el viaje en sí, dependiendo si es en la misma localidad o en otra región, y en sentido inverso al llegar para luego acomodarlos en los nuevos espacios, lo que seguro tomará unos días más.
Imaginemos entonces, cómo será para nuestras mascotas, con menos paciencia y comprensión, el cambiar de hogar, con los nuevos olores, ruidos, gente nueva, y el viaje que puede causar en ellos niveles de tensión casi insoportables, sin contar con la etapa de adaptación a su nueva casa.
Entre los consejos que daremos aquí para tener una mudanza exitosa con las mascotas está, primero que nada, escoger el vehículo donde vamos a transportar a la mascota, si es un animal común como un perro o gato, hasta animales más silvestres como aves o reptiles. En el caso de trasladar a la mascota en un coche particular, hay que acostumbrarlos desde varios días antes a los viajes cada vez más largos hasta habituarse al automóvil y las cosas que pueden asustarle a través de las ventanas. Sobre si es mejor en jaula o sin ella, va a depender más del tamaño de la criatura y del tamaño de la jaula.
En el caso de llevar a la mascota en el camión de la mudanza, que es lo menos recomendable, sí es obligatorio hacerlo en jaula, puesto que detrás con los objetos de la mudanza puede hacerse daño entre los movimientos y los frenazos, así como también debido al estrés, puede comenzar a dañar las cosas que están embalados. Es conveniente asesorarse con un veterinario para que le administre un sedante suave que, al menos, lo mantenga tranquilo mientras se desarrolla el viaje.
Finalmente, si el viaje es necesario hacerlo en transporte público como autobuses o trenes, va a depender del tamaño del animal y de los permisos que concedan las líneas de transporte sobre la presencia de los animales en los asientos de pasajeros. Con los animales más pequeños de menos de 30 centímetros es más fácil, pues puede llevarse en pequeñas jaulas muy seguras sobre las piernas.
Lo más importante, sea la forma, o el tiempo, o el medio de transporte, es mantenerlo lo más consciente posible, hablarle constantemente para que se relaje al escuchar una voz conocida y, en el caso de los trayectos largos, realizar paradas frecuentes para que baje, eso sí con collar y correa, a hacer sus necesidades y estirar las patas. No olvidemos que las mascotas son también parte de la familia y que debemos tener mucho cuidado durante la mudanza para que esta no sea un trauma que le puede cambiar por un buen tiempo y haga más difícil su adaptación al nuevo hogar.